El punto de vista:

La distancia al tema
El primer problema que surge cuando queremos dibujar es la distancia a la que debemos situarnos: el objeto debe situarse a una distancia lo suficientemente alejada como para captarla en un golpe de vista, pero lo suficientemente cerca como para que los detalles sean descifrables.
Es importante recordar que la vista no funciona como una cámara fotográfica: la mente hace las correcciones necesarias para adecuar los objetos y no verlos distorsionados.
La importancia reside en colocarnos de modo que el objeto esté a la altura de los ojos, y nuestra posición frente al papel nos permita ver el objeto y el dibujo con un simple movimiento de los ojos. también la mano con la que se dibuja debe estar a la altura de los ojos.

La altura del punto de vista
La altura del punto de vista es el nivel en el que el dibujante se sitúa respecto al tema del dibujo. Este nivel determina la distribución en el papel de los distintos elementos. Existen tres posibilidades generales:

Visión desde arriba ó punto de vista elevado: el tema aparece en extensión, de modo que el primer plano aparece situado en la parte más baja de nuestro papel. Solemos utilizar este punto de vista para dibujar paisajes, porque da una visión ampliada del terreno.                                      

Visión rasante ó punto de vista frontal: Aparece todo en un mismo plano, aquí los objetos de delante ocultan parte de los de atrás, con lo que el efecto de profundidad es menor. Es la posición que adoptamos para dibujar bodegones.

Visión desde abajo ó punto de vista inferior: Éste es el punto de vista lógico para dibujar un árbol ó un edificio desde muy cerca. Puede llevar a un efecto de distorsión que aumente más la sensación de tamaño y altura, por eso suele utilizarse cuando queremos conseguir efectos espectaculares ó amenazadores. Es un punto de vista forzado y poco habitual, pero lo encontramos en numerosos murales en los techos de los palacios y templos barrocos. se utilizaba para impresionar a los espectadores.

Tenemos entonces que el punto de vista frontal es muy estático, pero los superiores e inferiores dan problemas. Nos interesa pues elegir una posición intermedia entre la superior, que genera profundidad, y la frontal, que nos da las dimensiones reales de la altura y la anchura. A la superficie donde se sitúa el objeto, por ejemplo la mesa, le llamamos plano horizontal.



Cuando el dibujante se sitúa frente a la mesa desde un punto de vista intermedio: ni completamente de frente ni completamente desde arriba, el plano horizontal aparece en perspectiva, de forma que los objetos están vistos en altura, anchura y profundidad.
El tema se muestra con la máxima cantidad de información posible acerca de sus dimensiones, forma, colocación y distancias relativas